TE CUENTO MI HISTORIA…

Me llamo Katy y, entre muchas cosas, soy bailarina de flamenco… una bailarina que ha tenido un despertar espiritual hacia una nueva forma de bailar y ver la vida. Te cuento como ha sido mi viaje…

Desde niña sentí inquietud por muchas cosas: la danza, el teatro, la música, estudiar e investigar…todo me apasionaba, y como se me daba bien prácticamente todo y en casa me lo fomentaron, he dedicado mi vida a “hacer-aprender-seguir haciendo" cada vez más.

Siempre he estado en conservatorios, escuelas especializadas, formaciones profesionales, bailando en espectáculos, de gira, dirigiendo mis proyectos… viviendo mi “arte" intensamente, haciendo siempre, sin espacio para la pausa y la autoescucha, y me acostumbré a vivir de esa manera.

Incluso de adulta logre encajar mi vida personal en ese esquema. Me casé con un hombre que ha entendido perfectamente mi trabajo y mi arte, y siempre me ha apoyado en mis vivencias artísticas y mi ritmo frenético de vida/trabajo.

Todo cambió cuando fui madre.

Mi primer hijo fue diagnosticado con autismo, y desde el primer momento hemos trabajado en brindarle los apoyos necesarios para favorecer su desarrollo y sobre todo en ayudarle a ser un niño feliz a pesar de sus desafíos neurodiversos. En paralelo me quedé embarazada de mi segundo peque, un niño neurotípico con mucho carácter y personalidad, así que este proceso de crianza se hizo aún más intenso.

Y yo, con mi maravillosa habilidad de hacer y hacer, llevé todo por delante: mi duelo por mi maternidad diferente, la crianza de dos niños pequeños, las dificultades de los trámites administrativos para atender a niños de necesidades especiales, idas y venidas a terapia de mi hijo, mi casa, mi marido, y una larga lista de etcéteras…

Seguí trabajando con la misma intensidad y ritmo, sin cambiar absolutamente nada, y por supuesto sin pausa ni autoecucha, solo hacer-hacer-hacer más que nunca. Y todo esto con el contexto de la pandemia y la “nueva normalidad".

Hasta que pasó lo inevitable… mi cuerpo colapsó y me enferme.

Una enfermedad crónica que, si bien no es grave, genera mucho dolor y me obliga en momentos de crisis a caminar y moverme muy lento para poder soportarlo.

Fue entonces cuando me confronté conmigo misma y entendí que no podía seguir así…

Tuve que hacer uno de los mayores esfuerzos de mi vida que es aprender a “soltar" y quedarme solo con lo que mi cuerpo y mi alma pueden gestionar.

Desde entonces estoy trabajando en mi autocuidado, autoescucha y bienestar, en llevar una vida menos agitada y más consciente, aunque no por ello menos apasionante e intensa.

Esta evolución en mí y en mi nueva manera de ver la vida, también se ha reflejado en mi danza:

La forma ha dado paso al fondo, lo externo ha dado paso a lo interno, “lo virtuoso y superficial” ha abierto camino a lo “con sentido", para poder conectar con mis emociones de verdad, respirar mis movimientos, bailar desde diferentes estados del cuerpo y del alma (la dicha, la melancolía, el cansancio o la alegría).

La danza me ha salvado de la locura en muchos momentos de mi vida, pero en esta etapa, más que nunca.

Es lo que realmente me ha mantenido conectada conmigo misma para poder hacer frente a todo lo demás.

No podía quedarme este aprendizaje para mi solita. Necesito compartirlo, ya no sobre un escenario o bailando desde el ego, sino desde el deseo profundo de ayudar a otros a sentir la plenitud que he encontrado en esta forma de bailar y moverme.

Es así como nace FlamencoOM

Desde FlamencoOM acompaño a las personas a bailar flamenco de una manera diferente que ayuda a reconectar con la esencia y a empoderar la feminidad de quien lo practica.

No hace falta formación previa o saber bailar. A través de secuencias y coreografías sencillas te guiare y acompañaré a reencontrarte y volver a sentirte, a disfrutarte plenamente desde la alegría y la serenidad. ¡Que ganas tengo de compartir esta experiencia contigo, de que bailemos juntos al ritmo de la música flamenca y los sonidos de la naturaleza!